El flujo de agua a través de tuberías se comporta de manera análoga al flujo de corriente en un circuito eléctrico. Esta analogía permite a las personas que son nuevas en la electrónica entender intuitivamente la Ley de Ohm, ya que es fácil ver que si la presión aumenta o la tubería se ensancha, el caudal de agua será mayor.
Para entender esta relación fundamental, los componentes clave de la electricidad se comparan con sus equivalentes hidráulicos de la siguiente manera:
Voltaje (V) / Tensión: Corresponde a la Presión del Agua. Es la fuerza impulsora que se mide como la diferencia de energía potencial entre dos puntos. En el agua, una bomba o la altura del depósito generan la presión; en electricidad, la batería o el generador crean la tensión.
Corriente (I) / Intensidad: Corresponde al Caudal de Agua (litros por segundo). Es la cantidad o el flujo real de electrones que pasa por un punto del circuito en un tiempo dado. A mayor caudal (más amperios), más trabajo se puede realizar.
Resistencia (R): Corresponde a la Restricción de la Tubería. Es la oposición que encuentra el flujo. En el agua, las tuberías estrechas o rugosas aumentan la resistencia; en electricidad, el material y el grosor del conductor determinan la resistencia al paso de los electrones.